Al día siguiente nos despertamos un poco tarde y resacosos, compramos tartas de Santiago y a la estación de autobuses, llegamos justitos. Descanso en el bus viendo gran parte del recorrido y muchas horas hasta Madrid, aunque durmiendo mucho, se pasan bien.
En resumen la aventura ha estado genial y se la recomendamos a todo el mundo. Hemos disfrutado mucho y nos llevamos para casa muy buenos recuerdos y 10 amigos.
Para los que se quieran aventurar a hacerlo sólo decirles que elijan bien las fechas (en noviembre y con temporal NO jejeje), ya que es importante tener muchas horas de luz para que ante cualquier percance no tener problemas, ya sea una avería mecánica, parar a descansar, o cualquier cosa. En nuestro caso, como estaba todo el rato lloviendo, no podíamos ni pararnos a sentarnos y como se hacía de noche tan rápido tampoco.
Por otra parte tener en cuenta que el terreno aunque parece accesible, hay muchos llanos como dicen los lugareños que en realidad son sube-baja, que para la bici puede ser un poco duro, por lo que recomendamos que hay que ir con un poco de tranquilidad si tienes muchos días de margen o preparación si vas con los días fijos como en nuestro caso.
Es una experiencia única y nosotros ya estamos deseando repetirla, desde más lejos o haciendo otro camino, con algo más de margen de tiempo para ir tranquilitos y en otra fecha menos exigente. En general una gran experiencia.
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