Tras hablar en Verano sobre hacer el camino, yo no disponía de muchos días de vacaiones, por lo que la idea perdía sentido otro año más.
A parte siempre hago un viaje en Noviembre-Diciembre con amigos a ciudades de Europa, en plan Lowcost, pero este año no había mucho acuerdo en el destino y pasaban los días sin concretar viaje ni fechas.
Coincidió que justo Luis pilló vacaciones para mediados de Noviembre y me preguntó de pasarse algún fin de semana por Madrid y hacer algunas buenas rutas con la bici. Tras pensarlo le dije que si los de los viajes a Europa no se decidían, podría pillar los días e irnos al camino de Santiago. Luis no dudó, perfecto, empezamos a fliparnos y sin pensarlo más, solicité los días en la empresa. Y con esto arranca nuestra aventura.
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