Aunque no lo dije en la entrada anterior, la decisión (y la propuesta) de irnos al camino de Santiago se realizó a 3 semanas de la fecha elegida, por lo que no tenemos mucho margen de preparación. En el tiempo de toma de decisión, un amigo se propuso a hacerlo con nosotros, pero no tenía bici condicionada, falta de entrenamiento, .... y al final decidió no hacerlo.
En esta semana todo fueron dudas y emociones, nos lanzábamos a la aventura sin tener ni idea de nada: qué camino elegir, cuánta ropa llevar, comida, transporte. Todo un jaleo, consultamos webs y blogs similares a este para intentar cuadrar un poco todo y organizarnos un poco.
Lo primero claro está era elegir el camino a realizar, los días en ruta, kilómetros, etc, etc; ya que es esta decisión la que repercutía directamente en el resto de decisiones: ropa, comida, alojamiento, transporte....
Empecé a mirar el camino del norte y el camino primitivo, volviendo desde Santiago y contabilizando 5 etapas de rutas de unos 70 Km, también pensando en el amigo (Dani) que al final no vino, pensé en 4 etapas de unos 50 kilómetros para que fuera más llevadero para el, por lo que me hice un lio, así que al final me puse en contacto con la asociación de amigos del Camino de Santiago de Madrid (ya sabiendo que Dani se caía de la convocatoria) http://www.demadridalcamino.org/ que además tardaron escasos 20 minutos en contestar a mi correo.
Al final me recomendaron el camino Francés: muy bien habilitado, alojamientos múltiples a lo largo de toda la ruta y muy adecuado. Perfecto, a contar etapas.
Tras mirar un poco vi que León era una opción genial, 5 etapas hasta Santiago de unos 70 Km/día y eliminábamos la complicación del trasporte hasta el inicio, el siguiente problema.
Para el trasporte pensamos en ir en coche hasta León, hacer el camino y volver de Santiago a León en bus para recoger el coche. Todo eran complicaciones, por lo que la decisión fue utilizar el servicio de ALSA xacobeo que te gestionaban todo y hacer Madrid-Leon y Santiago-Madrid. Luego vieneron algunas complicaciones que contaré en próximos post.
En cuanto a las etapas, tras mucho observar, al igual que el alojamiento, creo que lo mejor es no ponerse unas metas, aunque si, más o menos un casi-planteamiento, pero no hacerlo cuadrado, ya que siempre pueden aparecer imprevistos. Lo suyo es tener el mapa de todo el itinerario, teléfonos de alojamientos por todo el camino, y donde se tenga que parar y listo. A fecha de hoy (a una semana, no tengo nada visto al respecto, sólo montones de blogs y webs, pero sin definirlo por mi parte).
Esa semana pensamos en muchas cosas, pero se dejó todo un poco para el fin de semana, donde quedaríamos con Salinero (ex-ciclista, ex-mecánico de bicis, ya realizó el camino el año pasado), montaríamos los trasportines y las alforjas.
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